miércoles, 8 de mayo de 2013

la otan y el pacto de varsovia historia de la guerra fria

LA OTAN Y EL PACTO DE VARSOVIA: Durante la llamada “guerra fría” se dio un enfrentamiento entre los dos grandes bloques que dominaban el mundo. La articulación de la política del bloque Occidental, estuvo determinada por la “Organización del Tratado del Atlántico Norte (North Atlantic Treaty Organization) liderada por los Estados Unidos.
La OTAN se formó el 4 de abril de 1949, en Washington y estaba integrada inicialmente por Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Francia, Dinamarca, Portugal, Islandia, Luxemburgo, Italia, Países Bajos y Noruega. Más tarde, en 1952, se sumaron Grecia y Turquía y en 1954, Alemania Federal.
El objetivo que se proclamaba, era la defensa de las “libertades democráticas” a través de una estrecha colaboración desde la política y la economía entre todos los países miembros del tratado. Al principio, la propuesta era que su duración no se extendería más de veinte años pero su protagonismo indudablemente dura hasta nuestros días.
Por su parte, el Pacto de Varsovia (imagen), aglutinaba a aquellos países que se integraban al bloque soviético. El mismo, se firmó el 14 de mayo de 1955 en la capital de Polonia e integró a ésta con la Unión Soviética, Albania, Bulgaria, Hungría, Rumania y Checoslovaquia, mientras que en 1956 se incorporó Alemania Oriental.
Los objetivos del pacto, eran colaborar entre sí en la ayuda militar en caso de agresiones armadas contra algunos de sus integrantes. Era en realidad, una respuesta a la formación de la OTAN, pero también tenía como misión la consulta entre los países miembros sobre los problemas de seguridad y de política internacional en general.
La OTAN y el Pacto de Varsovia, resultaron dos grandes alianzas ante la posibilidad de un enfrentamiento bélico en Europa. Además, era casi la única salida que tenían algunos países para llevar adelante una carrera armamentista, junto con los planes nucleares y espaciales, sin condicionar sus respectivas economías.
 
Ahora bien, en el aspecto económico, significó la posibilidad de algunos países de permanecer en el ámbito de poder de las superpotencias, pero al mismo tiempo implicó una importante pérdida de sus soberanías en el plano político y militar. Las decisiones de los países miembros estaban muy condicionados por las directivas de sus respectivas alianzas.
Estados Unidos ejercía el poder hegemónico dentro de la OTAN, su presidente, era quien nombraba directamente al Comandante Aliado Supremo en Europa, que era la máxima autoridad militar de la alianza. Ese cargo, siempre fue ocupado por un general norteamericano, con lo cual los ejércitos de cada país eran controlados por la potencia más importante. Lo mismo pasaba en el Pacto de Varsovia, la Unión Soviética era el país líder del cual se desprendían todas las decisiones.
A su vez, la necesidad de ambas alianzas de mostrarse unidas ideológicamente frente al enemigo, llevaba a que los condicionamientos, no sólo en asuntos políticos y militares sino también en la economía.
Estas limitaciones de las soberanías de los estados miembros generaron diversos problemas. Francia, en 1958, se negó a poner a disposición de la OTAN su flota, e Inglaterra discutió con Estados Unidos, en 1963, por la formación de una fuerza conjunta con misiles atómicos, cuyo riesgo afectaba a los países europeos

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